prensé mis hilos para brindarle calor...
primera vez que la blancura propia de mi tejido,
Me sentía tan áspera al envolver su espalda,
tan gruesa al tapar sus yagas...
tan poco cálida ante su cuerpo ya fallecido...
Lo hecharon en mis brazos y lo cubrieron de mí....
Su sangre impregnaba cada parte de mi tejido,
y lo impregnaba tal cual si fuera
tinta indeleble, de esa que usan los reyes para escribir sus ideas....
Cada parte de él se iba quedando en mí
tal cual si no deseara olvidar ningun paso de su pasión,
algo así como relatarlo en imagen...
Era el Cristo,
era el Mesías,
era el Hijo de Dios hecho hombre, era el Verbo...
Me pregunto: ¿ Qué pasará ahora?
¡Cómo me gustaría presenciar su resurrección
Soy la sábana que cubrió a Jesús fallecido
Compartiendo ......
Malusa
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