lunes, enero 24, 2022

Haciendo recuento...

 Y sigo... haciendo recuento.

Algunas noches de insomnio, tomo una libreta y garabateo un resumen de mi vida, que suena distinto cada vez que lo hago. Intentando, sin éxito alguno, encontrar errores que puedan rectificarse al tiempo y a tiempo. Entiendo sin asumirlo del todo, que lo que fue ¡ya fue! No puedo hacer volver al tiempo. Si erré si acerté, creo me martirizo sin motivo, pues ¿a quién le importa? Días como hoy, me tropiezo con mis letras y veo:
· Que tuve un amor que, por no ser del todo verdad, terminó perdiéndose.
· Que me aseguré a un concepto por defender lo que más amaba y llegado el día, importó tan poco, que perdí hasta la seguridad en mí misma, casi del todo.
· Que saqué de mi vida a seres que amaba por seguir las normas, y me arrepentí mil veces.
· Que he pasado llorando hasta quedarme dormida, y alguna noche fui tan feliz, que no pude cerrar los ojos.
· Que Un día, creí en el amor verdadero, luego ese mismo amor, me demostró que ese amor no existe.
· Que amé a personas que me lastimaron, y he lastimado a personas que me amaron.
· Que pasé algunos momentos al espejo, tratando de descubrir quién soy, inocente de mí, estudié Psicología para al menos atisbar algo de mi en yo. Y tuve tanta certeza de mí, hasta el punto de querer borrarme.
· Que, ya mentí alguna vez y por Dios ¡me arrepentí después! Dije solo la verdad y ¡me arrepentí también!
· Que no di importancia a lo que amaba, para más tarde llorar a gritos en el mayor silencio.
· Que sonreí anegada de tristeza y alguna vez, lloré de tanto reír.
· Que creí en personas y cosas, que no valían la pena, y dejé de creer en lo que realmente lo valía.
· Que tuve ataques de risa cuando no debía (el funeral de mi abuela por ejemplo) y lloré cuando debí mantenerme estoica.
Leyendo esto, certifico que no soy de esas que no rompen un plato. Yo he roto platos, vasos, muebles y jarrones. Hasta mi vida, en la rabia de haberme equivocado al vivir. Mmm. También que extraño mucho a alguien, pero nunca lo puedo expresar, sin llevarme un rapapolvo. Así que igual lo callo, aunque mi corazón lo grite.
Malusa


No hay comentarios.: