viernes, febrero 19, 2021

He tratado de entenderla

 




Ensimismada observa la puesta de sol… pensando en sí misma, ¡pobre mí misma! unas veces hecha pedazos, otras… reconstruida, pedazo a pedazo. A veces fuertemente decidida. Otras, no puede ni con su sombra. Aún así jamás se ha dado por vencida, aunque no pueda más. Ha estado en la cima y en la sima también. Ha probado la felicidad exultante y la mas completa desolación, pero ella sigue adelante, a cada tropiezo se pone de pie con fuerza decidida.

He tratado de entenderla pese a que no todo el tiempo la comprendo.  Porque la he oído reír a carcajadas ocasionalmente, y también he sido testigo de las veces que el mundo se le viene encima y pese a ello tararea todo el tiempo.  Terca y tesonera no ha tirado la toalla nunca, no abandona la creencia fútil de que el mundo y la gente son buenos. Y se tiene vedado el rendirse, no, ella nos se rinde. Defiende a quien ama con uñas y dientes y suele sentirse más sola que el uno rodeada de gente

Ella no habla de modas, maquillaje o ropa. No escucha banalidades o críticas. Ni apoya cosas sin sustento.  Pero apasionada habla de sueños, bendiciones, realidades e ilusiones. De cariño entrañable, no de ese que se da fácil, no del que se promete, sino del que se hace real, con hechos. Procura vivir libre, en un mundo dónde a nadie se le corten las alas y se pida volar.  Si te acercas a ella es porque serás tolerante con sus errores, sus miedos, sus sueños, sus defectos. Porque respetarás su espacio, su tiempo, su extraña forma y su forma de vivir.  Si piensas diferente y quieres que haga lo mismo… en serio, no te acerques.  Ella siempre ha podido sola y podrá siempre.  Jamás se rinde, acaricia sus cicatrices cuando duelen. Ocasional, suelo pensar que… hasta las ama. Y aunque sea difícil creerlo, mi misma… cura sus heridas y sigue así, siempre sola, porque aprendió que la soledad en compañía duele mucho más.

Malusa

Derechos reservados

Que hacer...

 









Que hacer contigo amor,
que agonizas entre cuatro paredes
raídas de nostalgia,
de anhelos,
que la bruma va llenando de sombras.

Que hacer contigo, cielo de medianoche,
dónde la luna pletórica de sueños
te dibuja con utopías
que cobijan inalcanzables ilusiones

Como desmenuzar este universo,
para que sea posible el comprenderlo
si entre vuelo de nerviosas mariposas
que ignoran que al no estar tu…
morirán sin remedio

Quiero borrar esas sombras danzantes,
que amenazan matar al recuerdo.
El recuerdo de besos no dados,
de sonrisas ausentes, de sueños olvidados
que cambian sonrisas por lagrimas

Borrar igual, a la palabra…
que subyugada a monólogo árido e insulso
asesina a las musas del fonema
convirtiendo en escombros la expresión
del sentimiento esquivo

Y se ausenta la vida, efímera
como luciérnagas de verano lluvioso.
Se van como golondrina que deja el nido
sabiendo que quizá…
no ha de volver

Que hacer con la vida…
si se hermana a la muerte
necesaria e invasiva
cuando es muerte del alma
siempre viva.

Malusa
Derechos reservados

sábado, febrero 06, 2021

Sanar...

 

Causa gracia que una persona que no veías hace tiempo exclame: ¿Qué te hiciste? ¡estás mucho mejor ahora que hace años! Sabes que no es verdad, pero sonríes y te hace pensar... ¿Qué te hiciste? Una vocecita parece decirte ¡te sanaste! quizá... quizá...

Alguna vez, estuve tan rota… que tuve que salir del camino seguro para buscar sanar
Sanar para no repetir los mismos errores, para no dañar un mundo ajeno, para no ensuciar vidas con tu dolor, no dañar otros corazones. Sanar para no herir, para no vivir a medias, para no amar mezquinamente, para no ser conformista, aunque lo pareciera.
Sanar para darme cuenta que las flores crecen bajo el cuidado, no bajo el maltrato. Sanar para no autodestruirme, ni destruir los conceptos de verdad y lealtad, para limpiar todo el dolor que llevaba dentro. Y aunque un nudo en la garganta parecía ahogarme, aunque parecía imposible dejar lo cómodo y fácil, supe que debía seguir adelante sola, porque la compañía era un veneno que mataba todo lo que vivo había en mi. Incoe a aprender a Perdonar, soltar, amar sin miedo, sanar
A estas alturas del partido (recta final quizá) Me falta mucho, Dios sabe que todavía me falta, pero día a día voy quitando de mi piel aquello que me hizo sufrir, porque el ayer dejó improntas, que aún lastiman ocasionalmente. Lo estoy haciendo, lo hago. Sigo sanando por las personas más importantes de mi vida y sigo sanando también por Mí

Tiempo al tiempo








¡Darle tiempo al tiempo! Frase hecha, consejo repetitivo, el eco de una balada... "sabia virtud, de conocer el tiempo" y nuestro intelecto respinga ¡Que es eso? ¡Lo que menos tengo! Un día cualquiera, sin apenas percatarnos nos damos cuenta que "el tiempo" ha realizado maravillas: Ha ralentizado el dolor, a minimizado las cosas, ha colocado en su lugar, lo que en caótico estado nos turbaba. ¡Ha dejado de sangrar la herida! y ahora aunque parezca absurdo, incoa a cicatrizar y quizá con el tiempo hasta su huella desaparecerá.
Iniciamos a entender aquella frase de que el tiempo cura todo. Aclarando desde luego que no es que cure todo... es que lo acomoda, lo minimiza, lo aclara valga aquí la redundancia y todo nos parece distinto. Asumimos serenamente la parte de culpa que nos toca, y el corazón con su chispa de divinidad baña de perdón aquel evento. Perdón hacia nosotros mismos, perdón hacía los demás Las heridas del alma, sanan por capas y eso tarda. Pero cuando sufrimos; queremos que todo pase rápido y tajante.
Pero no es así. Yo creo que cada vez que lloramos por algo; una canción que nos estremece, una puesta de sol que nos cautiva, una película especialmente triste y humana. Ese llanto va sanando cada capa... y un día... ¡Voila!
Es también entonces; cuando comprendemos totalmente: "No hay mal que dure cien años , ni tonto que los resista" y la sonrisa vuelve espontánea. Y paseas por el recuerdo... eligiendo los momentos buenos, desechando lo que dolió, no tiene ningún caso volver sobre la oscuridad si el sol sale triunfante cada mañana. Si un día... te han dicho que el tiempo lo cura todo, no maldigas en tu interior, aun cuando no te quede claro en su momento. Créeme, es una verdad tan grande como que a la mañana se levanta el sol, pese a si es un día de nubes negras y ominosas. Quizá no es el tiempo quien lo cura. Pero si... quien te da la fortaleza para ver las cosas desde un ángulo distinto. Perdonar y olvidar.
Hoy... dale tiempo al tiempo, para cualquier cosa que creas imposible de tolerar en este momento y disfruta tu fin de semana con la seguridad que al tiempo ido... ya no puedes siquiera "robarle tiempo al tiempo"

Malusa 

Ella lloró...

 

Un día cualquiera al ponerse el sol... Ella lloró por ella y para ella, entre ella misma y ella.
Lloró por sus heridas, por sus fracasos, por el dolor, por decepción, por las explicaciones que dio a personas que no lo merecían.
Lloró por el amor, por su tristeza, por su soledad, por el desamor, lloró para sacar todo de sí misma, pero lloró más por las disculpas que se debía.


Lloró por no amarse, por no valorarse, por humillarse, por confiar, lloró por darse cuenta que su única amiga era ella misma. Lloró hasta cansarse, hasta sacar toda la oscuridad que se había alojado dentro de su corazón.
Lloró hasta darse cuenta que debió pedirse disculpas hace tiempo, que debió amarse hace tiempo, que debió aceptarse hace tiempo, se dio cuenta que necesitaba a alguien que la sacara de esa oscuridad y ese alguien era ella misma, pero no lo sabía.
Y lloró porque a veces... necesitas un poco de agua para volver a florecer...
Tomada de por ahí... andando el camino