miércoles, diciembre 09, 2020

Hablando de hacerse viejos


 Ocasional, amaneces sintiendo que el mundo sobre tus hombros pesa demasiado, mucho más si pasaste la noche en vela, sintiendo pasos en la azotea. Que la plata no ajusta, aun menos en estos tiempos de desempleo pandémico Que el tiempo se te escapa entre los dedos, que ayer era Enero y hoy casi inicia el Guadalupe Reyes, que la vida te deja atrás... que tu paso es lento, que el vértigo, las rodillas y mil etcéteras. Otros, (pocos he de confesar) que te sientes de maravilla y te dices ¡Wow, hoy puedo quitarme diez años!

Confieso que jamás digo mi edad, aun cuando... sí presumo mi credencial de tercera edad, anhelando haya descuentos en un viaje a Madrid que tengo pendiente. Cuando me preguntan mi edad, contesto: "Entre los que me quito y los que me pongo ando en los 80s" En realidad, tengo toda la edad del mundo mundial, desde el día que nací hasta hoy ¡Esa es la verdad! Pobre Teresita que día a día le dicen que somos gemelas Juaz juaz.
Hace tiempo compartí algo que leí de Isabella Rossellini que me encanto, dónde hablaba de este sentir: Hoy quieres cambiar de rostro, otro día te maravillas de lo bien que te ves y te sientes. Y es que la verdad, nadie habla de cuan maravilloso es envejecer, porque no tiene nada de maravilloso, pero es una realidad que debemos asumir desde ya.
Yo pienso que si, que es maravilloso, llegar a esa edad, dónde no tienes que caerle bien a nadie, no tienes que dar cuenta de nada a nadie. Solo pido a Dios, tener una salud pasable y pocos gustos culposos que puedan dañarla. Luego, aumentar en lo posible las disciplinas que me puedan ayudar a conservarla.
¡He dicho!
Feliz ombligo de semana para ti
Malusa

viernes, julio 17, 2020

Abrazos

















Deposito para ti, en el viento mil abrazos. Cuando lo requieras cierra los ojos y ¡tómalo! un abrazo que te rodee, cálido, prolongado o rápido, infinito. Según lo necesites. Yo tengo por cierto, almacenados en el viento todo los que muchas veces me hacen falta, pues ahí los ha dejado alguien que amo, especialmente para mi.
El abrazo debería ser recetado por los médicos. Hay un poder curativo en el abrazo que aún desconocemos. El abrazo cura el odio, los resentimientos, el cansancio y la tristeza.
Cuando abrazamos soltamos amarras. Perdemos por instantes las cosas que nos han hecho perder la calma, la paz en el alma.
La serenidad para enfrentar la vida. Cuando abrazamos dejamos de estar a la defensiva y permitimos que el otro se aproxime a nuestro corazón. Los brazos se abren y los corazones se acurrucan de una forma única. No hay nada como un abrazo. Los hay de todos sabores y colores:
Un abrazo de "Te amo". Un abrazo de "Qué bueno que estás aquí". Un abrazo de "Ayúdame". Un abrazo de "Hasta pronto".
Un abrazo de "cuánto te extrañé". Abrazos, abrazos, abrazos
Cuando abrazamos somos más de dos, somos familia, somos accesibles, somos sueños posibles. Si, el abrazo debería ser recetado por los médicos, chamanes, brujos y yerberos. Pues definitivo, rejuvenece el alma y el cuerpo.
Recuerda... deposité mil abrazos al viento para ti

miércoles, junio 17, 2020

Recordando a un amigo...

http://youtu.be/m2tctZ9Nhv0

viernes, febrero 14, 2020

Una vuelta mas...

















Hoy le doy una vuelta más, a este Sol que ilumina mi vida.
Agradezco a Dios, a la vida, a mis padres y ancestros. Quienes coadyuvaron para que yo habite este plano.  A mi hijo, por la certeza de pertenencia que provoca en mi corazón, aun cuando sé que los hijos, son hijos de la vida. A mí amado nieto Iker, por ese sentimiento de trascender que me embarga cada vez que le pienso y cierro los ojos enviándole todo el amor que mi corazón siente.
Agradezco el latir de mi corazón, que es la presencia de Dios que está en mí y está en ti. Esa voz que a veces me grita, y otras, solo me susurra al oído. Esa voz que me lleva a tomar decisiones sin miedo, que me dice que puedo errar y rectificar, pero que es mágico el atreverme. Esa voz que me dice ¡Estas donde debes estar! No te rindas.
Agradezco cada oportunidad que me ha llevado a conocer en este caminar a seres maravillosos, que con sonrisa y corazón abiertos, han sido y serán maestros y compañeros de camino. A los que se han ido, y a los que están, ¡Mil gracias! Ese ínter actuar me ha llevado a mantener el asombro intacto cada vez que descubro cosas que desconozco. Conocimientos mágicos e increíbles, de este universo en el que habito y soy parte. Reconozco la maravilla de ignorar hoy, menos que ayer
Agradezco que un día cualquiera… hace ya tiempo, comprendí que pasamos la vida luchando por “tener” para ser alguien ¡lucha vana! Porque al final, lo único que nos vamos a llevar, es el amor compartido, la forma en que obsequiaste aquello que tenías para dar,  la mano que tendiste, el abrazo compartido, el oído atento cuando fue necesario. Porque lo que diste… en realidad fue a tu persona, a quien hiciste el precioso regalo de compartir.  Este fin de semana pasado, una lluvia de amor y bendición colmo mi espíritu. Agradezco profundamente a mis pingüinitos, el ser parte de mí caminar.
Una noche de luna, alrededor de una fogata, Isobela, una sabia chamana, me dijo, que el corazón es el fuego que derrite y purifica.  Declaro, que es el que sabe distinguir la ilusión de la verdad, lo real de lo falso. Es el que une y no separa. Es en él, donde el yo, tiene cabida con un nosotros verdadero.  Me expresó, que la actitud que cada uno adopta ante la vida es determinante para ser feliz o por el contrario, para ser infeliz.  ¡Y me llevó a creerle!  Existe una frase que pienso, merece la pena pronunciar desde el corazón: ¡Gracias a la vida! Sencillamente, porque gracias a la aventura de existir puedes realizarte en todos los sentidos. Especialmente, porque la existencia del ser humano no es necesaria sino contingente. Es decir, nunca debes dejar de sorprenderte por ese increíble misterio de estar aquí y ahora.

Cumplir años es inevitable, envejecer dicen unos, que es opcional (aunque no me queda claro) Lo que sí sé, es que al final, importa, no la cronología de tu vida, sino la vida que has dado a tus años, y la que darás a los que te falten por vivir   Tengo la certeza plena, de que no es cuantos años llevas en este plano… sino, que cuantos puedan quedarte, procures sean plenos en mil sentidos distintos.
Reitero, un ¡Gracias! Desde el alma; a mi Dios, a la vida, a mi familia, a mis amigos, y me deseo a mi misma: ¡Una venturosa vuelta al sol!