jueves, abril 23, 2015

Momentos...


Existen esos momentos. Momentos en que sentimos que todo va mal.
Que nuestra vida navega como bote sin timón, ni remos. Que la oscuridad
es tanta que no se alcanza a ver ni una lucecita al horizonte.
Es cuando debemos echar mano de la reserva de amor, coraje, sentimientos y valores. Usar nuestra fortaleza interior y luchar para salir adelante.

Solemos preguntarnos si valdrá la pena. Recordemos que Dios no comete errores, y nos tiene aquí y ahora con un propósito perfectamente definido por su amor. Solo guardemos silencio un momento y encontraremos las respuestas:

Vale la pena el dolor, si con ello aprendemos a amar con todo el corazón.
Vale la pena reconocer la oscuridad, si de ahí en más caminamos hacia la luz.
Vale la pena luchar por los demás, eso te hace más humano, más humilde, más hijo de Dios.
Vale la pena humillarte un poco, si con eso enriqueces tu ser alma.
Vale la pena el dolor de una pérdida, si aprendes a dejar ir...
Vale la pena sonreír luego del llanto, eso demuestra que has aprendido.
Vale la pena levantarte por mas fuerte que haya sido la caída. Significa que eres mas fuerte
Vale la pena que no olvides, pues tu pasado forma parte de quien eres hoy.
Vale la pena el dolor del error, si te otorga experiencia y sabiduría.
Vale la pena vivir, porque cada minuto, cada amanecer, es una oportunidad nueva

Ahí esta la respuesta buscada. Cada uno... ¡hagamos que nuestra vida, valga la pena!

Feliz fin de semana, Dios contigo a cada paso

Malusa





Amanece...




















Amanece... con un tímido sol de primavera.
Sus rayos bañan las aceras,
los pajarillos trinan en sus nidos melodiosamente.
La gente poco a poco va apareciendo en las puertas
desperezándose silenciosamente
inician sus labores…
reina una paz que me sorprende y maravilla .
Muy despacio recorro el lugar con la mirada,
es un barrio recóndito y típico de pueblo ,
esos pueblos aún con sabor de campiña;
Que de alguna forma me recuerdan a ese mío,
mi Colotlán , tan olvidado.

Inicio a caminar por sus calles,
la mañana se va alzando soleada, brillante ,
la gente me observa como sabiendo
que soy ajena al lugar
me propongo saborear cada momento ...
como si este instante fuera  único.
Últimamente me he tomado la decisión de vivir,
a mi aire , a mi modo. Y que estos vicios míos:
la lectura, la música, la escritura, la fotografía
sean mi escudo, y disfrutar el momento más inmediato,
el minuto y segundo que la vida me brinde;
a veces algo, nos concientiza que la vida se va.

No es que no tenga proyectos,
tal vez;creo que... tengo demasiados
es que de pronto me ha despertado un instinto
de vivir más profundamente,
de aprender a elegir por orden de importancia
y sé que esto...
se encuentra en el momento presente.
 Que todo lo demás lo diluye el tiempo.
Quizá al ocaso de la vida,
debe ser más intenso el saborear ¡la vida!
los seres amados, la naturaleza ,
los hijos, los padres.

Condensar en minutos presentes
eso que tenemos
en la cotidianidad del día a día.
De pronto me llama la atención una ventana,
una ventana antigua llena de flores ,
que comparte los rayos del sol
con una jaula amarilla y una vieja escoba.
En este momento me doy cuenta ...
que encontré la poesía asomada a la calle
y que la mayoría de las veces
no nos atrevemos a contemplarla
en nuestro ir y venir apresurado.

Queriendo robarle tiempo al tiempo,
perdemos la visión de tanta cosa bella,
por ir por la vida ensimismados, taciturnos.
Y nos dejamos morir poco a poco
en la mediocridad del ir así...
solo dejándonos ir , sin vivirla.
Sonrío...
porque siempre cargo una cámara en mi bolso,
y hoy, exactamente hoy,
me la deje cargando...
Valga aquí la redundancia.

Malusa
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