Ese barco solitario que se dibuja a lo lejos,
teniendo detrás suyo una hermosa puesta de sol
en tonos carmesí. Su silueta inicia a desdibujarse
en la tenue oscuridad que antecede a la noche.
La luna va asomando tímida o discreta;
e incoa a cambiar el paisaje,
sus rayos color plata se reflejan en el agua
la marea a cada paso se va fortaleciendo
y lame la playa con decisión en una furia sorda...
doliéndose quizá por toda esa basura
que sin poderlo evitar ingresa al mar
en esa marejada nocturnal .
Los pájaros bobos continúan en la orilla,
buscando sin saberlo tal vez la muerte,
en una argolla de plástico de un contenedor de cerveza,
un trozo de alambre de la envoltura de unas papas fritas...
poco a poco la playa se va quedando solitaria,
solo las luces del puerto allá a lo lejos
coadyuvan con la luna para disipar la oscuridad reinante.
Alguna melodía que llega como prendida al viento
y el ruido de las olas evitan que escuche nítida mi respiración .
A cada llegada del oleaje,
a cada nube que tropieza con la luna ,
el paisaje cambia y así...intermitente
unos rayos de luz entre ámbar y rosados ,
anuncian...que va llegando el alba .
El barco se perdió en lontananza,
así como el recorrido de esta noche...
que se perdió sin percatarme apenas
Malusa
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