lunes, junio 19, 2023

Hoy, sentimientos de cabreo me llenan


 Hoy, me resigno a asumir que a la vida le encanta revolcarme. Y quizá debo entender que de alguna forma yo le ayudo. Me cabrean las injusticias, falsedades y traiciones. Raramente me vienen a la mente pensamientos malévolos de venganza rencorosa, hoy hierven en mi como volcán en erupción. Espero en Dios, no pasen de ser eso. ¡Pensamientos! Que ni siquiera se conviertan en sentimiento porque la oscuridad desgasta y lastima. Mejor me vuelco a expresar mi pensar en fonemas al viento. Vuelvo a escribir... y como sucede ocasional, tomo las 29 letras del abecedario, que, pese a que sufrió modificaciones en el 2001 quitando la ch y ll, yo sigo usándolas, jaaa las meto a la licuadora y hago un batido, que integra sueños y esperanzas fallidas.

Si, hoy tomo las 29 letras del abecedario y hago una margarita, para beberla a sorbos, mientras mi teclado recorre una hoja en blanco, reviso archivos y los pongo en orden... alas de libertad duerme el sueño de los justos, esperando un día cualquiera salir del horno, porque ya durmió lo suficiente ¡Es hora de despertar! Letras a Thiago, tardará un poco más, pues es una recopilación de cartas que sin rumbo y sin destino, se empolvan en rincones plenos de recuerdos, evocaciones, risas y sueños rotos. Aún no alcanzo a colocarlas en coherente sentido. Veo todas esas hojas garabateadas con mil grafías y una vocecita burlona me dice al oído: ¿Es que dejas de escribir alguna vez? -No, le respondo, pero hoy, hoy las lanzó al viento cual estrellas que de noche cubren el cielo, necesito darle sentido y salida a este sentir. Afirmo que todo en este asunto del vivir, es pasar y esto como todo ¡También pasará! Y que tengo mucho por agradecer.
¿Cómo no agradecer lo que Dios nos regala a cada momento? La promesa de la lluvia ... un puñado de plantas lastimadas, su olor... la tierra que te permite encajar una pala para re-plantar. Un café y pan compartido en la cena con los hijos, un té chai endulzado con miel. La confianza de que todo pasa por algo que no entiendo y que, si veo la mano de Dios en cada paso y cada caso, la carga se volverá leve en un momento, aunque por el momento sienta que el mundo pesa sobre mis hombros. Tengo salud, en mi entorno hay alegría juvenil llena de malas palabras que, pese a mis reclamos, me hacen sonreír. ¿Qué más puedo pedir? Solo tener un corazón agradecido y una alabanza en el alma. Dulces sueños mi bella gente... que el amanecer sea pleno para cada uno. Dios con todos

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