A veces. cuando cerrando los ojos me concentro en el sonido del viento, me pregunto como es posible extrañar a alguien que nunca estuvo conmigo, echando de menos lo que nunca nos dimos. Abrazos o besos, o simplemente recordando... momentos que no sucedieron. Extraño ¿cierto? llevar en el alma memorias de lo que pudo ser y no fue. De todo aquello que fue quedando en anhelos, deseos, sueños...
Qué razón lleva Sabina cuando dice: "No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió."
Una gran verdad: Es, ¡la peor de las nostalgias!
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