Yo pienso que todo mundo debiera tener amigos como
los que yo tengo.
Esos que cargan sus cristales de energía bajo
la luna, que usan aceite de coco para todo, que conocen la sábila y saben que
es como los políticos: mientras más buscas ¡más propiedades le encuentras! Que saborean igual una cucharilla de miel,
como un chocolate suizo ¡sin miedo!
Esos que charlan con la luna y alzan la mirada
al sol, que abrazan un árbol sabiendo que eso los fortalecerá, igual que un
abrazo materno paternal. Los que prefieren el pelo al natural y suelen ir
descalzos por la vida. Esos que siempre
tienen a la mano el aceite esencial y el té, que cura sintomatologías diversas.
Los que cantan y piensan en voz alta.
Esos que pueden hablar horas de temas que a la
gente “normal” le parecen raros. Que creen en los duendes y las hadas y aman la
vida. Que respetan un poder superior al que llaman Dios, y al mismo tiempo
agradecen al cosmos, al sol y la tierra el don de la vida. Esos… que son personas “raras” y sonríen
cuando así las tachan. Pero que son seres que pueden reír de cosas simples y no
suelen juzgar a diestra y siniestra. Pero
saben vivir en la libertad del SER
Esos que agradecen el pan en su mesa y lo
comparten con alegría, sabiendo que al compartirlo, se produce el milagro de la
multiplicación. Con los que tomarte un café conforma día de fiesta y una charla
telefónica puede recorrer años de recuerdos como si fuera ayer.
Esos que tienes la certeza que han dejado para ti un abrazo al viento, y al cerrar los ojos en esos días que parecen rebasarte, ese abrazo te conforta y consuela ¡con certeza!
Si, pienso que todos debiéramos tener más
amigos de esos y amo pertenecer a ese clan. Esos que como tú, alegran mi vida y
la enriquecen
No hay comentarios.:
Publicar un comentario