Un día ya lejano,
perdido entre la bruma del olvido
intente cubrir en la vida
un rol que sin saberlo yo
o quizá sabiéndolo.
¡Me estaba vedado!
Rogaba porque a quien yo amaba
me aceptara así... como yo era.
Un poco loca, un poco cuerda
un poco triste, pero siempre alegre
disparatada, ensimismada, soñadora
llena de anhelos y de planes
alborotada, risueña
pero muy, muy enamorada.
Lo peor, lo mas triste...
es que igual me dijo que me amaba.
Así... Le di,
mil y un razones para que viera
que yo era yo... simplemente.
Sensiblera, llorona y soñadora
con paso de caballo, paro de mula terca
pero jamás engañando, ni usando caretas.
Nunca maquille la verdad a conveniencia
ni dibuje proyectos que no existirían jamás.
Luego de pasar dolor y mas dolor...
yo comprendí
Que soy una sola, soy aquella
de quien hablan y de quien callan
amante del orden, pero desordenada.
Que ama a la gente pero busca estar sola.
Que soy un ser con la frente bien alta;
supe pagar el coste de mi error.
Y coseché el fruto de mis aciertos,
sin temer a la verdad de mis fracasos.
Por eso te pido..
Quiéreme como soy,
con mi andado camino accidentado
con nubes oscuras en mi paisaje
con mi mano extendida
tarareando mil días la misma melodía
con sonrisa ancha en la mirada,
escasa en mi boca...
olvidé sonreír, recién re-aprendo
Por no he de cambiar... aunque me muera
yo soy así...
con mis rosas y espinas.
Irredenta, andariega, solitaria
Acéptame como soy...
igual como yo,
un día cualquiera
¡me acepté!
Malusa
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