Hoy, catalogando viejos archivos para desechar un poco de lo acumulado.
Me encontre una pequeña reflexión del sentimiento que te embarga cuando
tu hijo llega al mundo...me hizo pensar mucho y se lo envie a mi hijo adjuntando
el pedirle perdon por cada error cometido en nuestro andar juntos en la tarea
ardua y accidentada de ser madre-hijo en proceso de crecimiento.
Confío en que su generoso corazón entenderá que nadie me enseñó a ser madre,
solo el ...en ese andar de la mano de nuestro coincidir
Cuando él o ella te miran por primera vez,
te golpea un sentimiento aún más fuerte que
cuando supiste que latía un pequeño ser dentro de ti.
Es una sensación inexplicable...solo tienes la
total y tajante seguridad que darás la vida , por
ese pequeño ser que desnudo y vulnerable, te mira
sin apenas parpadear y mueve su boquita como queriendo
hacer preguntas desde ya. Es el amor de madre que
invade tu mundo.
Es en ese momento cuando comprendes el concepto real
de un Dios que te ama profundamente. Y viene a tu mente
un ruego desde el fondo del corazón: Dios...ayúdame a
ser una buena madre.
Al paso del tiempo; ignoras si vas logrando tu objetivo y
solo puedes pedir perdón por cada error cometido en
el camino
Te amé desde el primer momento que supe que Dios me había
bendecido depositándote en mi barriga, luego te amé mucho
mas al conocerte, y te amaré cada momento de mi vida
mi hermoso hijo
Maria Luisa
Enero del 2000
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