El amor casi nunca tiene razones,
o si las tiene,
suelen ir a la zaga del sentimiento
como la cola de un cometa.
El corazón sin embargo...
tiene razones que la razón no entiende .
Primero... inexplicablemente,
se nos descalabra el corazón
y luego, tozudamente,
la mente intenta darle orden lógico
a un burbujear de sentires sin mucho éxito.
El amor suele cortarte las alas ,
y luego...te pide que vueles .
Y es cuando el amor hace mella,
duele , lastima , lacera .
Las estrategias se pierden
y quedan sólo propósitos :
Resolver serenamente los conflictos,
encauzar las buenas intenciones
las pociones de amor y los hechizos
pierden el rumbo y el sentido
Es entonces ...cuando el amor ,
se convierte en un corcel desbocado.
Nadie puede doblegarlo.
No existen razones manifiestas.
No hay justificaciones
ni explicaciones razonables ;
sino más bien un rotundo "porque si",
tan irracional como hermoso.
¿Y por qué no?
E incoamos a percatarnos de que ...
un "te quiero" siempre implica ambición.
pues suele incluir un "me perteneces"
que se torna acaparador, agresivo .
Denota cierta necesidad de posesión.
El amor no puede , ni debe ser posesivo,
toma el anhelo y deja el dominio:
"No te quiero para mi,
ni siquiera te quiero para nada,
sólo me gusta ser un observador de tu ser
verte feliz , y si es a mi lado ...me hace feliz;
¡qué dicha que existas,
independientemente de mi y más allá de mi!.
Para el filósofo Sponville,
esa es la esencia del amor:
la alegría de que el otro exista.
Así de escueto y maravilloso.
Es una felicidad esencial, radical.
¿Y dónde queda la reciprocidad,
la batalla por los derechos,
el balance dador-receptor?
Queda justo antes:
si violas los derechos
no puede haber alegría de que existas,
por que haces daño.
En condiciones de respetabilidad
solidaridad y reciprocidad,
tu existencia se justifica a si misma
¡¡en el amor!! ,o mejor,
el amor se justifica a si mismo en ti.
Cuando el amor es verdad ...
los enamorados se miran hasta gastarse,
se descubren, se maravillan, se hipnotizan,
porque el otro es fuente de éxtasis.
¡Qué alegría que existas!
Quizás esta posición pueda parecer
demasiado idealizada, ingenua o romántica,
pero en realidad, cuando una pareja no manifiesta,
así sea de vez en cuando,
el gesto bobalicón típico de quienes están
"felices de que el otro exista",
es que el amor es "enamoramiento" ,
anda cuesta abajo o se perdió en alguna curva.
Nadie es nadie.
La ambición del otro,
el deseo de ser siamés,
no corresponde a un amor maduro
y no está despojado de egoísmo.
El auto-respeto no es egoísmo,
el absolutismo afectivo, si.
¿Cómo se expresaría un enamorado
que se alegra de que ella exista?:
"Te quiero porque te quiero, porque se me da la gana
y aunque tú , no lo quieras.
Te quiero cuando te siento coexistir
y respirar al ritmo de mi respiración
que no cesa de quererte ;y agradecer que existas.
No eres mía ni de nadie, te perteneces a ti misma,
y yo sólo soy un voyerista que se deleita
con tu paso por esta vida, que no es tuya ni mía,
y aún así intentamos compartirla.
Lo mismo diría una enamorada
El amor es la alegría de que alguien exista.
Lo demás sobra y los demás también.
Es la felicidad sentida
de que tu naturaleza me hace cosquillas,
justo ahí donde debiera.
Es ese revolotear de mariposas ,
ese insomnio , esa sonrisa y mucho ...mucho más .
Malusa
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