martes, enero 28, 2014

Padre nuestro... que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

Padre nuestro... que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

Cuantas veces en la angustia de un momento álgido, de lo inminente de un accidente, o al observar la magnitud de algo que nos ha sucedido; sin apenas percatarnos viene a nuestros labios esta plegaria. Cuantas... desde el fondo de nuestro corazón clamamos al Padre por ese pan de cada día puesto en la mesa de los que amamos. O en medio del dolor decimos ese ¡hágase tu voluntad! que es tan difícil de asumir.

Cuando escuché y vi por vez primera la actuación de Bocelli y el coro del tabernáculo Mormón, por las victimas de la tragedia en Galicia; pensé que no hacia falta tanta parafernalia para que la oración llegará a Dios Padre. De inmediato rectifique porque el merece eso y mucho mas, pero igual recordé a un grupo de familias afectadas por un derrumbe en un pueblito de mi tierra (San Juan Cosalá) que en medio de piedras y tierra de un cerro desgajado sobre sus viviendas, lo habían perdido todo. Y con lágrimas rodando por sus mejillas pronunciaban cada palabra con tristeza confiada, en medio del espanto de lo acaecido.  Hoy... subo este vídeo, porque es una oración hermosamente cantada y coreada y creo que cada corazón que eleva su oración al Padre con entrega y fe, para EL, debe sonar igual de lindo.

Malusa

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