viernes, febrero 13, 2015

Mirándome al espejo...

Da un poco de "yuyu" cuando te miras al espejo dos días antes de ese cumpleaños
pasados los cincuenta... porque habiéndolos pasado, ya importa poco "cuantos"
se vayan sumando; además ¡no quiero sumarlos! jaaa
Al mirarte; te das cuenta que extrañamente tu sientes no haber cambiado desde los treinta;
pero de pronto no reconoces esa cara que se refleja ahí
¿Cuando;que los ojos se escondieron bajo los parpados?
¿y esa arruga que en el entrecejo más bien parece una cicatriz?
¿De dónde esa flacidez en el cuello? ¡Esa papada! ¡las ojeras... las arrugas!
Ahora empiezas a entender a María Felix, con aquellos cuellos que le cubrían hasta las orejas.
Y piensas si deberás evitar ponerte tu collar favorito de perlas,
para que tu cuello no llame la atención... y luego tu subconsciente dice: Ni mm...
nada se puede hacer; más que aceptar que el tiempo, en que todo era firmeza y lozanía... se ha ido.
Pero, si miras bien, la luz de tus ojos es la misma. Han pasado más de 50 años es cierto,
pero aun tienes sueños y muchas de tus metas por cumplir siguen vigentes.

Quizá tu proyecto de vida; no resultó como lo planeaste y las metas... ¡no todas fueron cumplidas!
Pero cumpliste otras que no por inesperadas o no proyectadas fueron menos gratificantes.
Hubo proyectos que se derrumbaron estrepitosamente llevándote consigo...
pero si estas leyendo esto es que supiste salir de entre los escombros
y otros proyectos aparecieron para darte razón y motivo de seguir viviendo.
Quizá... tal vez, no eres quien planeaste ser, o quizá tuviste la inmensa fortuna
de llegar exactamente a dónde querías.
La vida, a veces pasa tan apresurada que ocasional olvidamos los pasos dados

Yo puedo decirte que hoy al mirarme al espejo, con un color de pelo diferente...
encontré que allí luego de la primer mirada, aquella niña flacucha y desgarbada
me devuelve la mirada con una expresión de risa contenida.
Soy un adulto en la dos y media edad? para que no me impacte lo de la tercera
aunque esta sea ya una certeza cierta ¡opss!.
La verdad es que mi cuerpo responde todavía (a veces)
porque desde la caótica travesía de la mano de la menopausia...
se vuelve un poco loco. Por eso de las hormonas ya sabes.
Ahora tenemos que volvernos a recordar aquella primera menstruación...
pensamos entonces que vivir toda una vida con ello seria DEMASIADO
y ahora añoramos la regularidad hormonal de los treintas.

Y daría la mitad de la vida por volver a vivir aquella panza maravillosa
dónde mi bebe de hoy casi treinta años me pateaba incansable y luego... ya nacido
y con el ciclo revertido me impedía dormir.
Yo pienso, que no es tan impactante si cumples 60 y mas... o menos.
Lo que importa en realidad es que te sientas y permanezcas ¡vivo!
Que un amanecer aún te sorprenda agradecido y una puesta de sol, te maraville
sabiendo que un día más está por llegar, a la vuelta del sol.
Y que al levantarte; existen tantas cosas por hacer ¡y todas urgentes!.
Pero si... da un poco de temor... pensar, que la vida te va dejando atrás.
Pero nada puede hacerse... solo vivir y vivir plenamente además.

Malusa

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